NOTICIAS | 13/03/2020
La publicidad exterior ¿en decadencia?
por Ana Sánchez y José María Mayorga
¿Hacia donde va la publicidad exterior?
Seguro que muchos han pensado o reflexionado sobre si la publicidad exterior es efectiva o no. O si tras la irrupción de las redes sociales y la digitalización, empresas y marcas han dejado de invertir en ella. Pero… ¿es esta afirmación cierta? ¿la publicidad exterior ha puesto fin a su Era? José María Mayorga, Director Creativo Ejecutivo de la agencia de publicidad RK People, filial de RK People Group, nos da las claves y su opinión de este sector.
Históricamente, las marcas, han plasmado sus creatividades en aquellos soportes que estaban a la vista de todos, sin importar distancia, cercanía o lejanía. Hubo una época en donde las empresas apostaban fuerte por invertir en publicidad exterior, ya que era la forma más sencilla de llegar a todos los públicos; objetivos y potenciales. Tras el paso de los años, y con los estudios en la mano, las agencias de publicidad se dieron cuenta de que el espacio, el lugar y la ciudad influía mucho a la hora de seleccionar dónde colocar la creatividad exterior de sus clientes.
Este tipo de acciones siempre ha estado presente en la sociedad, todos recordamos esos viajes en coche por las vías españolas en las que un gran toro negro nos recordaba a Osborne, marca que ha copado todos los arcenes de las carreteras durante años. Pero también, esos grandes luminosos de las principales plazas, como Times Square, donde infinidad de empresas se peleaban por un espacio en ella. El medio exterior fue estudiado con detenimiento para poder impactar en esos posibles cliente o futuros clientes. Las agencias centraron su atención en realizar estudios de cuáles serían los mejores sitios donde colocar ciertas creatividades, pero, la Era Digital, irrumpió en la sociedad y las marcas comenzaron a interesarse por las posibilidades que ésta les ofrecía, por lo que muchos decidieron dejar atrás ese universo exterior que tanto les había cautivado por invertir en online.
Quienes se encargaban del mantenimiento de esos soportes, y los que tenían la propiedad de las mismas, tuvieron que ponerse las pilas y estudiar cómo darle una vuelta de tuerca para volver a captar el interés de marcas y empresas. Poco tiempo después, los soportes se digitalizaron y comenzamos a ver publicidad exterior en movimiento e inteligentes. ¿Y ahora? ¿Hacia dónde irá ese sector? José María Mayorga, Director Creativo Ejecutivo en RK People, filial de RK People Group, afirma que “todos intuimos las posibilidades que nos ofrece la digitalización en el medio exterior: Propuestas más espectaculares, conectividad, geolocalización, interacción con el usuario, segmentación y personalización… Ya se están haciendo campañas donde a través del reconocimiento facial acceden a tus datos, gustos, aficiones o rutinas, para servirte justo lo que necesitas en ese momento. Imagino que faltará muy poco para que no tengas que sacar tu móvil para comprar lo que ves, sino que reconocerá tu voz y obedecerá tus órdenes tipo Alexa
Y supongo que será más ecológico, que no estará las 24 horas dale que te pego y sólo exhibirá mensajes cuando detecte un perfil interesante. Incluso creo que podremos usar una única pantalla de manera particular para subir nuestras fotos o nuestros vídeos y tener unos segundos de gloria”.
Lo cierto es que es tan incierto hacia dónde veremos evolucionar la publicidad exterior que sabemos, por datos de inversión de marcas en estos espacios, que no va a morir tan fácilmente. Y es que, en julio de 2019 se realizó un estudio en el que quedaba latente que la inversión de las empresas, desde 2010 hasta 2021, sería incrementada en exterior. “Casi prefiero compartir una reflexión sobre la fealdad y la belleza en el medio exterior de nuestras campañas, que en la mayoría de los casos no me parece que haya mucho margen para la subjetividad, y es que, en un espacio que compartimos todos y que habla de nosotros como sociedad, se debería estimular de alguna manera la creatividad que embellece nuestras ciudades y le dan carácter” afirma Mayorga, a lo que añade que “si no nos permiten tender nuestros calzoncillos o instalar una de esas antenas parabólicas en la fachada de casa, debería estar más caro adornar nuestras calles con determinadas campañas. O mejor, mirándolo desde otro punto de vista, ¿por qué no recompensar de alguna manera a los anunciantes que apuestan por propuestas más estéticas, colaborando así en la imagen de marca de la propia ciudad? Estaría bien. Digitalización y belleza.”
Lo que está claro es que la evolución de la publicidad exterior no será producida solo en forma o formato, sino también en contenido.